Por la mañana, he ido con María al consulado para inscribirme como no residente. Era un recado que tenía pendiente y mi jefe me había dado permiso para ir a primera hora un día. A pesar de que habría unos 15 funcionarios, hemos tardado unas dos horas en hacer un recado que son dos minutos y eso que tampoco éramos muchos los que habíamos ido a hacer papeleo (y de todos, probablemente tres éramos españoles- aunque nunca se sabe). Encima, en la sala de espera estaba puesta la televisión, con un canal especial en el que daban noticias del gobierno de España: desempleo, medidas fiscales, etc. Era un tanto irónico (por describirlo de algún modo) vivir la ineficiencia de la Administración mientras escuchábamos las noticias.
A mediodía quedé con María y con Laura para ir a Bryant Park, pero como está haciendo peor tiempo, fuimos a un sitio que habían recomendado a Laura: Leña. Es un restaurante latino de comida rápida pero sana. En un momento eliges tu comida (1- la proteína que tomas; 2- si la tomas en ensalada, en plato o en wrap; 3- el acompañamiento) y te la sirven en dos minutos. Además, te indican expresamente que la proteína (pollo/carne/pescado/...) no tiene ni hormonas ni antibióticos. De postre, café colombiano. Barato, cómodo y rico.
Por la noche, nos arreglamos y fuimos a Buddakan. Mientras nos arreglamos, no pude evitar acordarme de los perroflautas de la maleta. Confirmé que el restaurante está genial.
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Al principio siempre te hacen esperar un poco, aunque te puedes pedir una bebida |
Habíamos pedido mesa en el comedor principal y nos pusieron en la mesa central, que es corrida. Al hablar en español, nos daba un poco igual y merecía la pena.
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Lo siento, que mi flash empieza a hacer cosas raras... |
El sitio nos encantó y comimos fenomenal. Más o menos me acordé de lo rico que había pedido con Tamara e innovamos el resto del menú.
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En la foto no tiene tan buena pinta, pero estaba todo riquísimo!!
Atención con confundirte y prepararte un wrap de pato con el papel que separa los wraps! |
Me volví a pedir un cocktail Haze (mmmm!!), María se pidió un Reflection (bacardi, piña, albaricoque y granadina) que era gasolina de tanques. A Laura no le convenció ningún cocktail en especial y se tomó una cerveza japonesa.
Nos lo pasamos genial y volvimos, llenas, a una hora prudente a casa.
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Como éramos las últimas del restaurante, no nos dio palo liarnos a hacer fotos.
Además, el camarero estaba encantado con nosotras |
xoxo
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