Chinatown - Lower East Side - Sushi - TriBeCa - Mr H - Central Park - Pasta - JAY-Z!!!

El sábado por la mañana, me desperté sin despertador. Phillip ha estado esta semana en casa. Al final, su jefe le ha extendido y se queda unos meses más. Desayunamos juntos en casa... y estuvimos hablando en casa.

A mediodía, quedamos a comer con Eileen en Golden Unicorn, un restaurante chino de Chinatown, recomendación de Elena Galiana (al que llevó entre semana a Pilar y Natalie en Semana Santa, cuando me visitaron). 

De camino, en el metro

La entrada de Golden Unicorn

Como dijo Eileen, cuando llegó al sitio, llevaba 15 minutos sin ver occidentales. Restaurante chino auténtico (imagino). Estuvimos contándonos nuestras cosas, comiendo dim-sum. Golden Unicorn tiene una decoración bastante... ¿auténtica?¿pintoresca? (dragones dorados con luces intermitentes en los ojos!!)... pero los dim-sum están bien. Las camareras te acercan platos de dim-sum y eliges qué es lo que quieres en el momento. Te apuntan en un papelito lo que estás pidiendo y al final pagas. Y no pagas casi nada, vamos: tirado! Nos salió a 18 USD por persona.

Phillip

Eileen

Después de despedirnos de Eileen, Phillip y yo fuimos dando un paseo por el Lower East Side hasta 13th Step, un bar donde estuvimos tomando cerveza con Victor y Miguel, de EY, Marta (la novia de Alfredo) y un amigo suyo.

Movida con un montón de bomberos y espectadores. Creemos que un atraco, pero ni idea...
y aquí...¡como para quedarte a ver!

Miguel, Victor, el amigo de Victor, Phil y yo

De ahi, nos fuimos a Century 21. Dimos una vuelta y acabé tan harta de dar vueltas, que ni me compré lo que había cogido. Pasamos por Sushi Damo para cenar. Sushi y... sí: lycheetinis!

Ensalada de algas

¡Pero qué tumbao!

Parece poco, pero no...
Spicy tuna roll, spicy yellowtail roll, eel roll

Más tarde había quedado con Cris, que había venido el finde con su novio, Ryan, y estaban cenando en Nobu. Pasamos un momento por casa, cometí el error de tumbarme un momento en la cama y luego me costó TANTO levantarme! Pero bueno, tenía que hacer el esfuerzo y realmente me apetecía ver a Cris y conocer a su novio. Así que metro y a TriBeCA.

Cris y su amorrrrr made in America!

Cris, Ariadna y yo

Estuvimos un rato en Nobu y de ahí nos fuimos a Anotheroom. Nos tomamos una copa y Ariadna se fue. Estábamos de camino a La Esquina, para tomar unos margaritas, y pasamos por delante del hotel Mondrian. Ryan dijo que la última vez que estuvo en NYC con sus amigos, intentaron entrar en la discoteca (Mr. H) pero no lo consiguieron. Le dije que podíamos intentarlo. La cola de Mr. H es peculiar, porque la gente no está en línea, sino alrededor de la puerta. Se te acerca el puerta, que esta vez no era el hombre de siempre con delantal (en un intento de ser cool/fashion...¿?), sino un hombre gigante de seguridad, de traje. Se acerca a nosotros y nos pregunta que en qué lista estamos. Le digo el nombre de mi amigo RRPP, sabiendo que no está ese día. Me dice, efectivamente, que ese día no está. Le digo: "Ah, claro... ¿Y (x)?". Le dije el nombre del gerente. Me dijo que tenía que mandarle un mensaje para que saliera a por mí. Eso hice. No le conozco casi, pero la primera vez, Laura le dio una de las tarjetas-regalo de los baños y nos dio una tarjeta. Obviamente, apunté su número sabiendo que en algún momento sería útil... y estaba a punto de comprobarlo. Le escribí un mensaje en el que daba por hecho un poco que me conocía y que saldría a por mí. Efectivamente, lo hizo y estábamos dentro! Obviamente, él recibió el mensaje y no tenía ni idea de quién era, pero era una carta que tenía que jugar: él no podía permitirse dejar tirada a una chica a la que supuestamente conocía porque lo mismo la c*gaba con alguien importante!!

Jajajaja

Toma equilibrio!!!

Al salir de Mr H, me acordé de Jose. Iba escribiendo por WhatsApp cuando vi una rata del tamaño del maestro de las Tortugas Ninja. Grito de terror y salí corriendo por donde venía.

 

Cerca de donde tuve el placer de encontrarme con la macro-rata

Cuando llegué a la esquina de Houston con Lafayette, estuve un buen rato para conseguir taxi... y como no conseguía, fui dando un paseo por Houston hacia la 6th Ave. Aquello parecía Nochevieja, menuda batalla por un taxi. Por fin apareció un taxi libre, pero al decirle la dirección, me dice que 20 USD y en efectivo. ¡Qué morro! A la desesperada, me subí, pero nada más subirme empecé a decirle que me parecía fatal lo que estaba haciendo y que había dicho que no a seis taxis ilegales (lo que era cierto) por respetar su trabajo (y porque no me fío y es un peligro, pero eso no lo dije) y que él era el primero que no lo respetaba. Me dijo "ya, pero me viene mal poner el taximetro a estas horas". "¡Ya mi no me viene bien que me times!". 

Muchos taxistas en NYC te piden que pagues en efectivo, pero no por la comisión de las tarjetas de crédito, sino porque alquilan el taxi y timan al dueño. Cuando me piden pagar en efectivo, siempre digo que no llevo, por timadores. Una vez que estás dentro o te avisan antes de la carrera, o se tienen que aguantar. El caso es que después del chorreo al taxista, le dije que se parase en el primer semáforo en rojo, que no estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo. Le pareció sensato y ni discutió conmigo. El destino quiso que al minuto apareciese otro taxi disponible. Por cierto, el taxi me costó como 8 USD.

Por la mañana, desayuné con Phillip en casa y me fui a montar en bici por Central Park. Esta vez no me puse sandalias, sino deportivas, para que luego mis hermanas y mi madre no se metan conmigo. Se puso a llover a mitad de camino, pero mereció la pena el paseo. A todo esto, cuando iba por la calle 100th por el Upper East, caí en que ya era tardísimo y tenía que ir a casa de Mauro, que me había invitado a su casa. Con prisas, el parque se me hacía interminable... y ya estaba con la lengua fuera.

Sobreviví, me di una ducha en casa, me arreglé y a casa de Mauro. 

Mi nueva camiseta

Mauro, que vive a un bloque de mi casa, en el antiguo apartamento de María, me iba a preparar su pasta estrella: pasta all'amatriciana. Llegué y estaba todo listo, antipasti de embutido y vino incluidos. ¡Pero cómo me cuidan por aquí!

Después de la comida, acompañé a Mauro al bus, que desde que ha llegado no se lo había cogido nunca. Quería ir a Chelsea Market, pero yo prefería quedarme en casa. Cuando volví de acompañarle (justo a la vuelta de la esquina de mi casa), Phillip estaba esperando el taxi. Como se va a quedar más tiempo, va a estar en casa de su familia hasta que encuentre piso. Estuve acompañándole hasta que llegó el taxista.

Y... uno de los highlights de mi estancia en Nueva York... EL CONCIERTAZO DE JAY-Z!!! ¡¡¡¡¡Espectacular!!!!! Fui con Alex, del desk alemán, mano a mano. El concierto era uno de los actos de estreno del Barclays Center, el estadio que han construido en Brooklyn ahora que se han traido a los Nets. Jay-Z, que es de Brooklyn, iba a dar OCHO conciertos en días consecutivos para inagurar el estadio. A pesar de ser ocho conciertos, el estadio estaba lleno. Exaltación del sentimiento de pertenecer a Brooklyn de (prácticamente) todo el estadio. A nuestro alrededor, de vez en cuando olor a porro, pero ambiente super seguro y el estadio, una maravilla. De hecho, está sólo a 20' en el metro express desde Columbus Circle. Vamos, ¡tardo menos que en ir a Downtown en taxi!

Merchandising de los Brooklyn Nets

Seguridad

El estadio, llenándose

Ese punto blanco entre Alex y yo es Jay-Z, jajaja!

Más de hora y media con casi todas las mejores canciones de Jay-Z. El momento más especial para mí, cuando cantó Empire State of Mind... Una maravilla de concierto.

Hoy, trabajo a tope y nada reseñable, más que cuando estaba andando de vuelta a casa me he encontrado con Yasmina, una niña de mi campamento, de Marruecos, con la que coincidí en 1997. ¡Resulta que ahora somos vecinas! Está estudiando en la Parson's. Hemos intercambiado número de teléfono y seguramente quedemos en algún momento, para ponernos al día.

xoxo